Al iniciar un emprendimiento, se está dando vida a un sueño que requiere tiempo, esfuerzos, recursos. Se dice que emprender es un trabajo 24/7, pero el no tener un equilibrio entre tu vida persona y tu emprendimiento, a la larga, puede generar improductividad y deriva en un impacto negativo en la salud mental y física.
No es sencillo crear límites entre la vida persona y la profesional, y más si somos emprendedoras todólogas; por ello te compartimos algunos consejos que te pueden ayudar a ir creando este balance.
- Habla con tu círculo cercano sobre las implicaciones de emprender. Comparte con tu familia y amistades los cambios que representarán emprender: tiempos, espacios, recursos y responsabilidades. De esta forma ellos podrán apoyarte cuando sea necesario y respetar tu espacio como emprendedora.
- Establece metas diarias y horarios de trabajo. Parece casi imposible y seguro habrá días en los que se tengan que realizar trabajo adicional, pero trata de crear rutinas de trabajo que limiten tus tiempos y eviten el overworking. Puedes tener alarmas que te indiquen los tiempos o usar alguna metodología ágil para planificar tu día a día; si deseas conocer algunas de estas herramientas, puedes encontrarlas en el programa de Incubación de Emprende Pro Mujer.
- Define acuerdos personales y cúmplelos. Por ejemplo, puedes establecer como auto acuerdo: “no trabajar después de las 6pm, o no atender asuntos del negocio durante tu horario de comida”. Lo importante es crear un hábito con estos.
- Agenda momentos de descanso. Toma un tiempo libre del emprendimiento y cuando hagas alguna pausa en tu negocio o en días de descanso, intenta desconectarte por completo y despeja tu mente con otras actividades. Puedes informar previamente a tu clientela, proveedores o equipo de trabajo sobre tus horarios como emprendedora para ir respetando mejor tus tiempos.
- Destina un lugar específico para tu emprendimiento. Aún si estás en casa, destina un espacio donde tengas tu información y desarrolles tus actividades de producción, administración o cualquier otra cosa que requiera tu negocio. Evita tener información de tu negocio por toda tu casa o espacios de descanso; por ejemplo, si llevas tu control de cuentas en una libreta, trata de no mantener esta en tu recámara, cocina.
- Divide el presupuesto personal y del emprendimiento. Establece presupuestos por separado, por muy pequeño que sea el gasto, e identifica si le corresponde al negocio cubrirlo o se trata de un gasto personal.
- Sí cuentas con un equipo de trabajo, delega tareas. Identifica las fortalezas de las personas que colaboran en tu emprendimiento y delega actividades para poder enfocarte en otras.
- Ten redes de apoyo. Identifica personas cercanas a ti, tal vez otras emprendedoras, en las que puedas apoyarte. Ellos y ellas podrán escucharte, brindar algún consejo y ayudarte a evitar una sobresaturación. Recuerda, ¡no estás sola!
Emprender requiere tu tiempo y esfuerzo, pero cuidarte lo requiere aun más. Compártenos a ti que te ha funcionado para poder equilibrar tu vida personal y tu emprendimiento.